cerebro: cerebro, encéfalo

Anatomía. Porción del encéfalo que ocupa la parte posterior de la cavidad craneal. En él distinguimos un lóbulo mido o vermis y dos lóbulos laterales. Por su cara superior, está en relación con el cerebro, por la posterior, con el hueso occipital y la inferior forma el techo del cuarto ventrículo. Seis gruesos cordones salen del cerebelo y con el nombre de pedúnculos cerebelosos lo ponen en comunicación con los demás órganos del neuro-eje. Por su situación, distinguimos dos pedúnculos superiores que se pierden en los pedúnculos cerebrales, dos medios, que lo unen a la protuberancia, y dos inferiores, que llegan al bulbo. En el cerebelo, y a diferencia de la médula, la substancia gris se halla en su periferia; forma la corteza que cubre las eninencias y desciende sin interrupción a todos los surcos de las circunvoluciones cerebelosas. Consta de una capa externa o capa molecular y una capa interna o granulosa. La substancia blanca, en el interior, está formada por los cilindros-ejes de las neuronas cerebrales o los que establecerán sinapsis con las mismas procedentes de otros centros nerviosos. Funcionalmente el cerebelo representa una estación en las vías sensitivas y motoras de la corteza cerebral. Algunos haces de estas fibras penetran en el cerebelo, establecen sinapsis con las células cerebelosa cuyos cilindros-ejes vuelven a salir del cerebelo, reintegrandose a su correspondiente vía. Así, el cerebelo desempeña el papel de regulador de las motilidades cenética y estática del organismo asegurando la medida y la fuerza de cada movimento. También regula los mecanismos que influyen sobre el tono muscular y proporciona al organismo el sentido de la orientación gracias a la vía sensitiva, secundaria o cerebelosa.